Por: Jeimy Almanza

En San Andrés ya se empieza a sentir ese ambiente especial que anuncia la llegada de la Navidad. Las calles se llenan de luces, los hogares se preparan con árboles, pesebres y música, y las familias comienzan a organizar los encuentros que marcan esta época del año. Más allá de lo decorativo, la Navidad en la isla es sinónimo de unión, reconciliación y tiempo para compartir con los nuestros.

Esta festividad, que conmemora el nacimiento de Jesús, también se ha convertido en un momento clave para el reencuentro entre amigos, vecinos y familiares, incluso para quienes no la viven desde lo religioso. Tradiciones como el árbol de Navidad, la corona de Adviento, los villancicos y la cena de Nochebuena hacen parte de un ritual que se repite año tras año, adaptado al sabor caribeño que distingue a San Andrés.

Durante el programa, la Secretaría de Desarrollo Social, a través de Johanna Wilches y Jonathan Carreño, compartió detalles sobre las actividades que el Gobierno Departamental ha preparado para estas fiestas decembrinas. Conciertos, novenas, eventos culturales y espacios pensados para la familia hacen parte de una agenda que busca llevar alegría a los distintos sectores de la isla, fortalecer la convivencia y brindar opciones de sano esparcimiento para niños, jóvenes y adultos.

La Navidad también es una oportunidad para reflexionar sobre la solidaridad. En San Andrés, esta época impulsa campañas de apoyo comunitario, donaciones y gestos de ayuda que recuerdan que compartir va más allá de los regalos. Es una temporada donde el valor de lo sencillo cobra sentido: una conversación, una visita, un plato de comida compartido.

Entre luces, música y reuniones familiares, la isla se prepara para vivir unas fiestas que combinan tradición, cultura y esperanza. La Navidad en San Andrés no solo se ve, también se siente en el ambiente, en la gente y en ese deseo colectivo de cerrar el año con gratitud y empezar uno nuevo con mejores propósitos.

Por: Jeimy Almanza

En San Andrés ya se empieza a sentir ese ambiente especial que anuncia la llegada de la Navidad. Las calles se llenan de luces, los hogares se preparan con árboles, pesebres y música, y las familias comienzan a organizar los encuentros que marcan esta época del año. Más allá de lo decorativo, la Navidad en la isla es sinónimo de unión, reconciliación y tiempo para compartir con los nuestros.

Esta festividad, que conmemora el nacimiento de Jesús, también se ha convertido en un momento clave para el reencuentro entre amigos, vecinos y familiares, incluso para quienes no la viven desde lo religioso. Tradiciones como el árbol de Navidad, la corona de Adviento, los villancicos y la cena de Nochebuena hacen parte de un ritual que se repite año tras año, adaptado al sabor caribeño que distingue a San Andrés.

Durante el programa, la Secretaría de Desarrollo Social, a través de Johanna Wilches y Jonathan Carreño, compartió detalles sobre las actividades que el Gobierno Departamental ha preparado para estas fiestas decembrinas. Conciertos, novenas, eventos culturales y espacios pensados para la familia hacen parte de una agenda que busca llevar alegría a los distintos sectores de la isla, fortalecer la convivencia y brindar opciones de sano esparcimiento para niños, jóvenes y adultos.

La Navidad también es una oportunidad para reflexionar sobre la solidaridad. En San Andrés, esta época impulsa campañas de apoyo comunitario, donaciones y gestos de ayuda que recuerdan que compartir va más allá de los regalos. Es una temporada donde el valor de lo sencillo cobra sentido: una conversación, una visita, un plato de comida compartido.

Entre luces, música y reuniones familiares, la isla se prepara para vivir unas fiestas que combinan tradición, cultura y esperanza. La Navidad en San Andrés no solo se ve, también se siente en el ambiente, en la gente y en ese deseo colectivo de cerrar el año con gratitud y empezar uno nuevo con mejores propósitos.

Por: Jeimy Almanza

En San Andrés, Providencia y Santa Catalina, el voluntariado no es una idea lejana ni un concepto de oficina. Aquí se vive en el trabajo de quienes salen a apoyar en emergencias, acompañan procesos comunitarios, cuidan a otros y ponen sus conocimientos al servicio de la isla sin esperar nada a cambio. Esa entrega silenciosa es la que sostiene muchas de las respuestas que la comunidad necesita en momentos difíciles.

Durante el programa, Arturo Vanegas, profesional en seguridad y salud en el trabajo, bombero voluntario y exintegrante de la Defensa Civil por más de 12 años, compartió cómo su camino en el voluntariado nació del deseo de servir. Desde su experiencia como rescatista, paramédico y hoy como coordinador de conocimiento en la Secretaría de Gestión del Riesgo, dejó claro que ayudar no es solo reaccionar ante una emergencia, sino prepararse, capacitarse y estar listo para actuar cuando la comunidad lo necesita.

El tema del día también estuvo marcado por una mirada institucional. Néstor Mauricio Cañas Zapata, gerente seccional del ICA en San Andrés y Providencia, explicó cómo la entidad ha venido trabajando en el territorio, especialmente en el control sanitario, el fortalecimiento del sector agropecuario y el acompañamiento a la comunidad raizal luego de los impactos del huracán IOTA. Su intervención permitió entender cómo el trabajo técnico también es una forma de servicio al bienestar colectivo.