Fortalecer la salud mental en tiempos de crisis no es fácil, ya que las situaciones de incertidumbre o estrés prolongado pueden afectar el bienestar psicológico de las personas. Es importante el establecimiento de rutinas diarias que ofrezcan una sensación de control y normalidad. Mantener horarios regulares para comer, dormir y realizar actividades físicas ayuda a reducir la ansiedad, proporcionando una estructura estable que mitiga los efectos del caos externo.
Otro aspecto relevante es el desarrollo de habilidades para gestionar el estrés y las emociones negativas. Técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda o el yoga son herramientas útiles para reducir los niveles de tensión y promover un estado de calma. Igualmente, es vital fomentar la autocompasión y evitar ser excesivamente crítico con uno mismo durante situaciones difíciles.