26 de noviembre de 2024

Cada 25 de noviembre, el mundo recuerda la importancia de romper el silencio y actuar contra la violencia de género. En la isla, se desarrollaron actividades para fortalecer la autoestima de las mujeres y enviar un mensaje claro: la violencia debe parar.

Durante ese día, mujeres de diversas entidades y comunidades participaron en espacios de prevención y reflexión, demostrando que la lucha contra la violencia necesita voces valientes y unidas.

En el evento, liderado por la Secretaría de la Mujer y Equidad de Género, se homenajeó a las mujeres que luchan por erradicar la violencia de género y se realizaron actividades orientadas a fortalecer el amor propio, como herramienta clave para prevenir la violencia.

“Tuvimos una gran cantidad de mujeres que vinieron y fueron homenajeadas por la labor que hacen en pro de la no violencia contra la mujer. Asimismo, trabajamos con las mujeres el amor propio, porque donde hay amor propio no habrá violencia”, declaró Claudia Jay, secretaria de la Mujer y Equidad de Género.

Sin embargo, aunque existen esfuerzos visibles, persisten retos en la atención a las mujeres víctimas de violencia. La falta de recursos y una articulación más eficiente entre las instituciones representan barreras que deben ser superadas.

“Aunque existen lineamientos de política pública, aún no contamos, ni con la arquitectura institucional articulada, ni con los recursos suficientes para que las instituciones cumplan con su papel adecuadamente en el acompañamiento y la restitución de los derechos de las mujeres y de su núcleo familiar”, explicó Shirley Cottrel, psicóloga.

El evento concluyó con un llamado contundente a las mujeres del archipiélago: no quedarse en silencio. Desde la activación de rutas de atención hasta el acompañamiento solidario, las asistentes insistieron en que siempre habrá una solución si se busca ayuda.

“Invito a todas las mujeres del departamento a que denuncien, no se queden calladas. Vamos a activar las rutas de violencia contra las mujeres del archipiélago”, expresó Kimberly Puello, representante de la comunidad LGBTIQ+.

“No vayan solas, busquen a quién contarle, y que esa amiga las acompañe. Pero no se queden solas y no se queden calladas” enfatizó Cottrel.

El mensaje final de las asistentes y organizadoras es claro: romper el silencio es el primer paso para erradicar la violencia de género y construir una sociedad más segura y equitativa.