
El programa Flora y Fauna Marina destaca la biodiversidad en ecosistemas marinos, especialmente en áreas afectadas por eventos naturales, como el huracán Iota. Se enfoca en mostrar la riqueza y fragilidad del mar de san Andrés providencia y santa catalina, observando en detalle a especies como los peces pequeños, cuyas vidas revelan cómo los ecosistemas se han adaptado y se ven impactados por fenómenos devastadores.
Uno de los protagonistas es la tortuga carey, una especie en peligro de extinción que representa la lucha por la supervivencia ante el deterioro de los arrecifes y las amenazas climáticas. Junto a ella, el pez ángel, conocido por sus colores vibrantes, ilustra la belleza que necesita protección en estos hábitats.
El programa también identifica diversas especies claves para la educación y la conservación de las mismas, como los crustáceos, damiselas, fundamentales para mantener el equilibrio del ecosistema marino.
Esto hace un llamado al cuidado del medio ambiente, destacando la necesidad de acciones responsables para mitigar la destrucción de estos ecosistemas, reducir la contaminación marina y proteger la biodiversidad que hace de los océanos un recurso invaluable. Este programa busca concientizar sobre el rol de cada especie y la importancia de preservar la vida marina para un futuro sostenible.
IMPACTO SOCIAL
El impacto social del programa Flora y Fauna Marina puede ser significativo al crear conciencia en la comunidad sobre la importancia de preservar los ecosistemas marinos y las especies que los habitan. Al identificar y presentar de manera informativa a diversas especies, el programa educa a las personas sobre el valor ecológico y cultural de estos animales, fomentando un sentido de responsabilidad hacia el medio ambiente.
Este conocimiento puede motivar a la población a participar activamente en iniciativas de conservación y a adoptar prácticas más sostenibles, desde la reducción de desechos plásticos hasta el apoyo a políticas de protección de áreas marinas. Además, al sensibilizar sobre la vulnerabilidad de estos ecosistemas, el programa puede inspirar a las nuevas generaciones a involucrarse en la ciencia y la conservación ambiental, promoviendo la formación de futuros líderes en sostenibilidad.
El programa también tiene el potencial de fortalecer el sentido de identidad y pertenencia en comunidades costeras, recordando a las personas que el mar es parte fundamental de su vida y que su cuidado impacta en la economía local, la calidad de vida y el bienestar colectivo. En última instancia, esta conciencia colectiva puede llevar a un cambio cultural hacia una mayor responsabilidad ambiental, fortaleciendo los lazos entre las personas y la naturaleza y ayudando a construir un futuro más sostenible para todos.