Desde tempranas horas, más de 250 uniformados de la Policía Nacional se desplegaron en puntos estratégicos del recorrido en San Luis, garantizando la seguridad de asistentes y participantes. Paralelamente, se mantuvo un dispositivo de vigilancia en el resto del territorio insular con cuadrantes activos y zonas priorizadas, evitando incidentes que pudieran empañar la jornada. El balance general reflejó un ambiente de tranquilidad, con solo dos capturas registradas: una por riña en hechos aislados y otra por porte de sustancia estupefaciente, ninguna vinculada directamente al evento central.

El desfile del 7 de agosto reunió a instituciones educativas, grupos culturales, autoridades y ciudadanía en un mismo espacio, fortaleciendo el sentido de identidad caribeña y el compromiso con las tradiciones patrias. Las presentaciones artísticas y el orden en el público evidenciaron que es posible celebrar de manera responsable sin excesos en el consumo de alcohol ni comportamientos que alteren la convivencia.