En Familia logo
Un espacio 
familiar
educativo
de convivencia
informativo
de crecimiento

Aprende a decir "no" sin culpa

5 de septiembre de 2025

Decir “no” no es un acto de frialdad: es una habilidad emocional que protege tu tiempo, energía y bienestar. Psicológicamente, atender siempre las demandas ajenas por miedo al rechazo o por búsqueda de aprobación socava la autoestima y genera estrés, ansiedad y resentimiento. Reconocer que tienes derecho a poner límites es el primer paso para romper ese patrón.

Cuando empiezas a negarte con respeto, no solo reduces la sobrecarga: estás enviando un mensaje interno y externo de que tus necesidades importan. Esto favorece la autoeficacia (creer en tu capacidad de decidir), reduce el agotamiento por compromisos excesivos y permite dedicar tiempo a lo que realmente te acerca a tus metas y valores.

No es raro sentir ansiedad al principio; es parte del aprendizaje. La diferencia está en cómo la gestionas: aceptarla, practicar respuestas breves y mantener coherencia entre palabra y postura corporal. Evitar excusas largas o ambigüedades disminuye la posibilidad de que te presionen para cambiar de opinión.

Prácticas útiles: identifica situaciones donde te cuesta decir “no” y ordénalas por dificultad; prueba decir “no” en escenarios pequeños para ganar confianza; date permiso para pensarlo y responder luego; articula razones en primera persona (“no puedo ahora”, “necesito tiempo para esto”); y acompaña tu negativa con un lenguaje corporal firme.

En suma, decir “no” es una herramienta de autocuidado que fortalece límites y autoestima. Con paciencia y práctica disminuirá la culpa y aumentarás la presencia auténtica en tus relaciones: estarás disponible cuando realmente puedas y quieras estarlo.

En Familia | Orientación en Línea con la Dra. Julie Francis

Psicóloga titulada del Politécnico Grancolombiano, con formación en evaluación, diagnóstico e intervención psicológica, aplicados a diversos contextos como la salud mental, la educación y el ámbito organizacional; complementada con un Diplomado en Gestión del Talento Humano. Así mismo, posee habilidades en el manejo de herramientas terapéuticas y estrategias de apoyo para el bienestar emocional y mental. Profesional comprometida con el desarrollo personal y social, con enfoque en la ética y el respeto por la diversidad.