29 septiembre de 2025
Exceso de residuos en playas el pasado domingo 28 de septiembre generó preocupación entre las autoridades locales y miembros de la comunidad en San Andrés, luego de una masiva afluencia de personas a los balnearios de la isla tras una jornada de mantenimiento de energía por parte de la empresa Sopesa. Aunque el día representó un impulso positivo para la economía informal y el turismo interno, el resultado ambiental fue alarmante: playas llenas de desechos, basura plástica y restos de comida, reflejo de una grave falta de cultura ciudadana.
La Secretaría de Turismo se pronunció enérgicamente ante esta situación, haciendo un llamado urgente a la conciencia ambiental y al compromiso colectivo. La entidad recordó que todas las playas del archipiélago son de vocación turística, lo que exige estándares de limpieza, respeto y sostenibilidad. La acumulación de residuos, en su mayoría dejados por los mismos residentes y turistas, fue tan evidente que incluso durante el día lunes continuaban trabajos de limpieza en varias zonas costeras afectadas.


Desde la comunidad también se alzaron voces que cuestionan el comportamiento de los visitantes y residentes. Muchos coinciden en que el problema no radica únicamente en la falta de infraestructura, como canecas o señalización, sino en la ausencia de educación ambiental y sentido de pertenencia. La población residente, en especial, fue señalada como responsable de liderar con el ejemplo, pues se trata de quienes conviven de manera directa con los recursos naturales que hoy se están viendo deteriorados.

Para los trabajadores de la economía informal, como los vendedores ambulantes, esta situación también representa una contradicción. Por un lado, los días de alta afluencia representan ingresos importantes; pero por otro, la contaminación amenaza el atractivo de las playas, y por ende, el sustento de muchas familias. Por eso, recalcan que no basta con esperar que el turista se comporte correctamente, sino que debe haber control, vigilancia y acciones pedagógicas permanentes.
Desde la perspectiva de líderes comunitarios, esta problemática pone en riesgo no solo la imagen del destino, sino también el modelo económico que sostiene a la isla. Si el visitante percibe un entorno sucio, descuidado y caótico, difícilmente querrá regresar. Además, si los mismos habitantes no valoran el entorno natural, ¿cómo se puede esperar que quienes solo están de paso lo respeten?. La basura en la arena, los residuos flotando en el mar y los malos olores son señales de alerta que no pueden seguir ignorándose.
Ante este panorama, la campaña “Si lo traes, te lo llevas” cobra mayor relevancia. Con un objetivo claro: fomentar un cambio de comportamiento, incentivando la responsabilidad individual con respecto a los residuos generados. Esta iniciativa, acompañada por estrategias educativas y jornadas de limpieza, busca que cada visitante asuma el compromiso de conservar el entorno, entendiendo que la playa no es solo un espacio de recreación, sino un ecosistema que necesita ser protegido.