Por: Jeimy Almanza
En San Andrés, Providencia y Santa Catalina, el emprendimiento femenino se ha convertido en una fuerza que impulsa el desarrollo local. Desde artesanas que trabajan con fibras nativas hasta creadoras de repostería artesanal y mujeres que lideran procesos comunitarios, el talento de las emprendedoras isleñas se refleja en cada producto, cada idea y cada proyecto que nace en el archipiélago.
Esta fecha busca visibilizar a las mujeres y seguir impulsando su empoderamiento a nivel global, resaltando la lucha histórica por la igualdad de género, los derechos laborales y el acceso a oportunidades reales en el mundo empresarial . Esa consigna también aplica a las islas, donde muchas mujeres han tenido que abrirse camino en sectores tradicionalmente dominados por hombres o en contextos donde los prejuicios limitaban sus posibilidades.
Iniciativas como Big Up San Andrés – Innovate & Grow demuestran el potencial que hay en la isla. Más de 150 emprendedores —en su mayoría mujeres— se preparan para mostrar propuestas que integran creatividad, tradición y visión de futuro. Artesanías hechas con fibra de bosco, productos gastronómicos que resaltan ingredientes nativos, moda local, sostenibilidad y servicios innovadores hacen parte de una oferta que refleja la diversidad y la resiliencia empresarial del territorio.
Emprender no es fácil: requiere disciplina, organización financiera, esfuerzo y una enorme valentía. Pero las emprendedoras de San Andrés han demostrado que cuando la pasión se combina con oportunidades, el resultado es crecimiento y transformación. Apoyarlas no solo impulsa la economía, también fortalece a las familias y genera un impacto positivo en la comunidad.
Reconocer el liderazgo femenino es reconocer que la isla tiene un motor creativo poderoso, capaz de reinventarse y avanzar. Y en el archipiélago, ese motor tiene nombre propio: mujeres que sueñan, que se arriesgan y que construyen futuro con sus manos.