01 diciembre de 2025
Vigilancia en tiempo real, medidas inmediatas y mecanismos de conciliación marcan el inicio de una nueva fase de seguimiento de la Superintendencia Nacional de Salud, un plan que refuerza el control sobre el sistema para detectar fallas críticas y responder sin demoras con el fin de proteger el derecho a la salud de los usuarios en todo el país.
La Supersalud explicó que el plan se basa en vigilancia estricta, acciones cautelares y recuperación de cartera, herramientas diseñadas para impedir que los servicios de salud se afecten por falta de insumos, medicamentos o recursos operativos. Según la entidad, el monitoreo será constante y se activarán medidas inmediatas cuando se identifiquen riesgos que comprometan la continuidad del servicio.
En zonas como el archipiélago de San Andrés, la comunidad valora que exista una supervisión más cercana, al considerar que este control es indispensable para mejorar la prestación local. Habitantes señalaron que han enfrentado demoras prolongadas en la entrega de medicamentos esenciales, especialmente para pacientes de alto riesgo, lo que ha incrementado la preocupación y la carga económica de las familias.
Algunos usuarios resaltaron que han debido asumir por cuenta propia elementos básicos para curaciones y procedimientos, lo que ha generado trámites adicionales y pérdidas de tiempo que afectan su salud y calidad de vida. Casos como la imposibilidad de completar tratamientos por falta de insumos se han vuelto frecuentes, reforzando la urgencia de que el nuevo plan se aplique con rigor.
Otros residentes de la isla añadieron que, aunque reconocen avances en varios servicios, el desabastecimiento de medicamentos sigue siendo el principal problema. La falta reiterada de fármacos en farmacias ha provocado retrasos en tratamientos y molestias entre los usuarios, quienes consideran que la situación debe resolverse de manera prioritaria.
La Superintendencia también anunció que los mecanismos de conciliación serán priorizados para lograr una recuperación rápida de cartera y evitar que la falta de pago entre instituciones afecte la atención. Este proceso permitirá prevenir la acumulación de deudas que han generado barreras en el acceso a medicamentos y procedimientos.
La fase de seguimiento culminará con una evaluación integral y una verificación independiente del impacto real sobre los usuarios. La Supersalud anticipó que se implementarán mejoras estructurales y que se definirán responsabilidades individuales e institucionales en caso de incumplimiento, con el fin de asegurar que el sistema responda con mayor eficiencia y transparencia.