03 diciembre de 2025

La Secretaría de Salud adelanta intensas jornadas de inspección a productos de consumo masivo, con especial atención en licores y confitería, para proteger la salud de los habitantes y visitantes durante la temporada decembrina. Estas acciones buscan asegurar que los comercios cumplan con los requisitos sanitarios que garanticen la inocuidad de los alimentos adquiridos.

Las autoridades sanitarias explicaron que diciembre representa un aumento significativo en la compra de productos comestibles y bebidas, razón por la cual se refuerzan los controles en puntos de alta circulación, como supermercados, tiendas y distribuidores. La verificación se desarrolla bajo los lineamientos de la normatividad vigente, que regula el adecuado manejo, almacenamiento y comercialización de productos alimenticios.

En estas inspecciones, los inspectores por parte de la Secretaría de Salud recorren establecimientos de todo el departamento, incluida la isla de Providencia, para revisar las condiciones de los productos en estantería antes de su venta. La supervisión también se amplía a los puntos de entrada del territorio, como el aeropuerto y el muelle, donde se inspeccionan mercancías nacionales e importadas para garantizar que cuenten con la documentación y rotulado exigidos.

La Secretaría de Salud mostró la importancia de estas acciones preventivas para reducir riesgos asociados al consumo de artículos adulterados o en mal estado. A través de la socialización con los comerciantes, se recuerda la responsabilidad de cumplir los requisitos sanitarios que permiten una oferta segura y ajustada a la ley en esta época de alta demanda.

En caso de detectar productos que no cumplen con la normativa, se aplican medidas correctivas para evitar su circulación. Las autoridades señalaron que los artículos con irregularidades pueden ser sometidos a acciones como decomiso, inmovilización por sospecha o incluso destrucción, dependiendo del nivel de incumplimiento.

De esta manera, cuando un establecimiento no reúne las condiciones sanitarias mínimas para la manipulación y venta de alimentos, entre ellas infraestructura adecuada, procesos higiénicos y personal capacitado, pueden imponerse sanciones. Estas incluyen clausuras temporales o suspensión de actividades, con el fin de proteger la salud pública y garantizar que los comercios operen bajo estándares seguros.