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Diciembre, temporada de gastos: ¿Vivirla o sobrevivirla?

1 de diciembre de 2025

El cierre de año suele despertar emociones intensas: alegría, nostalgia y deseo de compartir. Sin embargo, también puede activar una presión social que impulsa al gasto excesivo. Este fenómeno, conocido como “guayabo financiero”, no solo afecta el bolsillo, sino también el bienestar emocional. Cuando las deudas superan el 35% de los ingresos, el cerebro entra en estado de alerta, aumentando la ansiedad y reduciendo la capacidad para tomar decisiones racionales.

Diciembre, con sus celebraciones y expectativas, se convierte fácilmente en un mes donde las compras impulsivas toman el control. La necesidad psicológica de pertenecer —aceptar todas las salidas, dar regalos costosos, cumplir expectativas externas— puede llevar a confundir afecto con consumo. No es extraño que muchas personas terminen el año con estrés, culpa y agotamiento emocional.

Desde la psicología, vivir la temporada implica actuar con conciencia y autocuidado. Un primer paso es identificar los desencadenantes emocionales que llevan a gastar de más: comparación social, búsqueda de aprobación o miedo a “quedar mal”. Reconocerlos permite frenar el impulso y optar por decisiones más saludables.

La planificación también cumple un rol clave. Elaborar un presupuesto, definir límites de gasto y anticipar compras reduce la sobrecarga mental. El cerebro se siente más seguro cuando existe estructura, y la organización favorece una relación más equilibrada con el dinero. Alternativas como regalos hechos a mano, intercambios o experiencias compartidas fortalecen vínculos sin sacrificar estabilidad financiera.

Asimismo, el registro diario de pequeños gastos ayuda a detectar “gastos hormiga”, que suelen pasar desapercibidos, pero mantienen un impacto emocional: sensación de pérdida de control. Practicar hábitos como la regla 50-30-20 o evitar el crédito innecesario promueve una mayor percepción de dominio sobre la vida económica.

Finalmente, enero puede convertirse en un momento de reajuste emocional y financiero. Evaluar deudas, reorganizar pagos y evitar soluciones riesgosas como préstamos informales reduce la ansiedad y permite comenzar el año con mayor claridad.

Disfrutar diciembre no significa gastar más, sino conectar con lo esencial. Cuando las decisiones financieras se alinean con el bienestar emocional, la temporada deja de ser un desafío y se convierte en una oportunidad para vivir con equilibrio.

En Familia | Orientación en Línea con la Dra. Julie Francis

Psicóloga titulada del Politécnico Grancolombiano, con formación en evaluación, diagnóstico e intervención psicológica, aplicados a diversos contextos como la salud mental, la educación y el ámbito organizacional; complementada con un Diplomado en Gestión del Talento Humano. Así mismo, posee habilidades en el manejo de herramientas terapéuticas y estrategias de apoyo para el bienestar emocional y mental. Profesional comprometida con el desarrollo personal y social, con enfoque en la ética y el respeto por la diversidad.