Promover la confianza entre padres e hijos adolescentes puede ser un reto, pero es muy importante para mantener una relación sana. Primero, es clave saber escuchar. A veces, los adolescentes solo quieren ser escuchados sin recibir un sermón. Si les das espacio para expresarse sin juzgar, les demostrarás que pueden confiar en ti con sus pensamientos y emociones, lo cual fortalece el vínculo.
Otro consejo es ser transparente con ellos. Los adolescentes valoran la honestidad, así que no tengas miedo de compartir tus propias experiencias, incluso las malas decisiones que tomaste cuando tenías su edad. Esto no solo humaniza a los padres, sino que también abre la puerta para que ellos se sientan más cómodos compartiendo sus propios errores o preocupaciones.