La convivencia ciudadana y la buena conducta son la base para una vida en sociedad más armónica y agradable. Todos hemos tenido esas experiencias en las que alguien nos sonríe en la calle o nos cede el paso en el tráfico, y esos pequeños gestos pueden cambiar nuestro día por completo.
La conducta ciudadana no solo se trata de ser educado, sino de ser conscientes de que nuestras acciones tienen un impacto en los demás. Desde no tirar basura en la calle hasta respetar las normas de tránsito, son acciones que parecen pequeñas pero tienen un gran efecto colectivo. Cuando todos ponemos de nuestra parte, el entorno mejora notablemente.