Juzgar sin conocer es una tendencia humana que, aunque común, puede ser perjudicial tanto para quien lo hace como para quienes son objeto de esos juicios. En muchas ocasiones, las personas emiten opiniones o críticas basadas en suposiciones, prejuicios o información limitada. Sin embargo, estas suposiciones tienden a distorsionar la realidad y pueden generar malentendidos o conflictos innecesarios.
La falta de conocimiento sobre las circunstancias, experiencias o motivos de otras personas es la principal razón por la cual los juicios precipitados resultan inexactos. Cada individuo posee un trasfondo único, formado por vivencias personales, culturales y emocionales que no siempre son obvias a simple vista.