Por: Jeimy Almanza
El Black Friday se ha convertido en una fecha estratégica para comerciantes, emprendedores y compradores que esperan esta temporada para aprovechar descuentos y dinamizar la economía local. Aunque su origen está en Estados Unidos, esta jornada ya forma parte del calendario comercial de la isla, impulsando las ventas tanto en tiendas físicas como en plataformas digitales. El libreto destaca cómo el Black Friday pasó de ser un día de congestión y vitrinas llenas en Filadelfia a un movimiento global adoptado por múltiples países, incluido Colombia.
Durante el programa, la presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio de San Andrés, Jeniffer Yepes, explicó el acompañamiento que la entidad brinda a los comerciantes para prepararse para esta jornada. Desde capacitaciones en ventas hasta estrategias digitales, la Cámara ha buscado fortalecer la participación del comercio local, incentivando a los empresarios a planear mejor sus ofertas y aprovechar el aumento de flujo de clientes. Yepes señaló además que estas fechas permiten medir tendencias, potenciar los emprendimientos y abrir la puerta a nuevas ferias empresariales antes de finalizar el año.
Para los consumidores de la isla, el Black Friday no solo es sinónimo de descuentos, sino una oportunidad para comprar de manera más inteligente. En San Andrés, donde el costo de vida y la logística suelen impactar los precios, estas promociones ayudan a planear compras importantes, adelantar regalos de Navidad o adquirir productos tecnológicos y de uso diario a precios más accesibles.
En Colombia esta jornada suele extenderse por varios días para coincidir con el pago de quincena, lo que facilita que más personas participen y apoya a los comerciantes a tener una semana de mayor movimiento comercial. Además, las ventas por internet han ganado fuerza, impulsando a las tiendas locales a mejorar sus canales digitales y ofrecer promociones exclusivas en la web.
Para San Andrés, el Black Friday es más que un día de compras: es un impulso para la economía insular, una oportunidad para que emprendedores muestren su oferta y un momento para fortalecer el comercio local. Y mientras más personas se animen a comprar local, mayor será el impacto positivo en la comunidad.