Por: Jeimy Almanza
La conversación sobre discapacidad e inclusión viene tomando fuerza en el archipiélago, no solo desde las instituciones, sino también desde las experiencias de la propia comunidad. En las islas, hablar de discapacidad significa reconocer que los desafíos no están en las personas, sino en las barreras del entorno: accesos limitados, falta de información, actitudes que excluyen y espacios que aún no están pensados para todos. El enfoque actual se basa en el modelo social, que invita a ver la discapacidad no como una condición que “incapacita”, sino como una interacción injusta entre las personas y los obstáculos que las rodean.
En el programa, este tema se abordó desde una perspectiva cercana, recordando que la inclusión no es un favor, es un derecho. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad insiste en la accesibilidad, la vida independiente y la participación plena en la sociedad, principios que también deben guiar las decisiones del archipiélago para construir un entorno más justo y equitativo.
El capítulo también tuvo un giro inspirador con la visita de Denzel Humphries Rentería, un joven de 11 años apasionado por TikTok y las redes sociales. Su participación mostró cómo las nuevas generaciones están usando la tecnología para expresarse, aprender y conectar. Con la naturalidad propia de su edad, habló sobre lo que lo motiva a crear contenido y cómo el apoyo de su familia lo impulsa a seguir explorando este mundo digital. Su presencia recordó que las redes pueden ser un espacio positivo cuando se usan con responsabilidad y acompañamiento.
El fenómeno de los influencers no es tan reciente como parece: desde hace más de un siglo se ha usado la imagen de personas con influencia para promocionar productos y mensajes, pero hoy esta figura se ha transformado gracias a plataformas como Instagram, YouTube y TikTok. En San Andrés, esta tendencia abre oportunidades para jóvenes que quieren contar historias, mostrar la cultura isleña y abrirse camino en el mundo digital.
Tanto el tema de la inclusión como el rol de los creadores de contenido tienen algo en común: ambos nos invitan a pensar en una sociedad donde todos tengan espacio para participar, expresarse y ser escuchados. Y desde una isla tan diversa como San Andrés, esa conversación es más necesaria que nunca.