25 de julio de 2025

Con el objetivo de mejorar la calidad sanitaria y productiva de las explotaciones porcinas en el archipiélago, se llevó a cabo una jornada de capacitación dirigida a productores, estudiantes y técnicos del sector agropecuario. La iniciativa busca prevenir enfermedades y fortalecer la seguridad alimentaria a través del uso de buenas prácticas en la crianza de cerdos.

La actividad fue liderada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en articulación con la Secretaría de Agricultura y Pesca, combinando espacios teóricos y prácticos sobre temas clave como el bienestar animal, la bioseguridad y el manejo técnico de las granjas. Durante el encuentro, se abordaron contenidos fundamentales relacionados con las Buenas Prácticas Pecuarias (BPP), el diseño sanitario de las instalaciones, el uso adecuado de medicamentos y la prevención de enfermedades como la peste porcina africana, que ha encendido las alertas sanitarias.

Los productores también aprendieron sobre protocolos de higiene, control de brotes, manejo del estiércol y estrategias de alimentación. Estas acciones están orientadas a mejorar la productividad sin comprometer la salud de los animales ni la del consumidor final.

Uno de los ejes centrales de la capacitación fue la limpieza y desinfección de las porquerizas, el control de plagas, la correcta disposición de residuos y la implementación de cercos sanitarios como medidas para contener bacterias y virus que puedan poner en riesgo la producción. Las intervenciones mostraron la importancia de compartir conocimientos y prácticas sostenibles con otros productores, fomentando un trabajo colaborativo que beneficie a toda la comunidad, además, se reconoció el valor de estos espacios como herramientas para combatir enfermedades que pueden afectar tanto al ganado como a las personas.

El objetivo final de estas jornadas es que más productores apliquen buenas prácticas, eleven los estándares sanitarios y económicos de sus granjas, y al mismo tiempo protejan a sus familias y comunidades frente a riesgos sanitarios, promoviendo así una producción porcina más responsable archipiélago.