La iniciativa se enfoca en reducir el impacto ambiental negativo que estos residuos generan al permanecer a la intemperie, ya que se convierten en criaderos de mosquitos transmisores de enfermedades y en focos de contaminación visual.

Se ha dispuesto un vehículo especializado que recorrerá los sectores priorizados de la isla, recolectando exclusivamente llantas y neumáticos usados. Las autoridades han hecho un llamado a los comerciantes, talleres y ciudadanos para que entreguen estos residuos en los puntos y horarios establecidos. Este programa también incluye la disposición final adecuada de los residuos recolectados, en coordinación con operadores autorizados, garantizando que no se reincorporen de manera irregular al entorno. 

Además de la recolección, la estrategia incluye acciones pedagógicas para sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de una disposición adecuada de este tipo de residuos. A través de jornadas informativas y acompañamiento en terreno, se busca que la ciudadanía conozca el impacto que tienen las llantas mal manejadas en la salud pública y el ecosistema local.