11 de julio de 2025

Jóvenes promueven freestyle para la paz a través de batallas de rimas que buscan canalizar emociones, prevenir conflictos y fortalecer la creatividad en los barrios de San Andrés.

Una forma de desahogarse, crear arte y resolver conflictos de manera constructiva: ese es el propósito de ADZ Lyrics, una agrupación de jóvenes isleños que ha encontrado en el freestyle una herramienta para transformar la realidad social a través del arte. Con presentaciones  en distintos sectores, el colectivo busca llevar el freestyle a espacios donde muchos jóvenes no encuentran alternativas de ocio saludables. A través de dinámicas de improvisación, enseñan técnicas como estructuras, calambures y juegos de palabras que fomentan el pensamiento crítico y fortalecen el vocabulario.

Dylan Flórez, miembro activo del grupo, el freestyle no es solo una competencia de rimas, sino un ejercicio que permite mejorar la concentración, el dominio del lenguaje y el respeto por el otro. La intención es que los jóvenes entiendan que se puede competir sin agredir, usando el ingenio como principal arma.

 

Más allá del entretenimiento, este ejercicio artístico se presenta como una respuesta frente a los problemas de convivencia en los espacios juveniles. En vez de caer en peleas físicas o conflictos verbales, los participantes aprenden a expresarse con contenido, creatividad y respeto. El grupo ADZ Lyrics, con más de cinco años de trayectoria, se define como una familia artística que promueve una cultura de paz basada en la improvisación. A través de sus batallas, han logrado construir lazos entre jóvenes de diferentes sectores, alejándolos de entornos de violencia o inactividad.

El mensaje es claro: la mejor pelea no es con puños ni armas, sino con métricas y versos. Con esta consigna, ADZ Lyrics invita a la juventud a sumarse al movimiento y hacer del freestyle un símbolo de transformación social en el Archipiélago.

Con un micrófono en la mano y rimas en la mente, los jóvenes de ADZ Lyrics demuestran que el arte puede ser una vía para el cambio, la inclusión y el desarrollo personal. El freestyle, más que una moda, se convierte en una voz poderosa para construir paz desde la creatividad.