Durante la emergencia, se utilizó una bomba de capacidad limitada para desviar parte del agua acumulada. Sin embargo, el terreno al que se redirige pertenece a un particular, y los vecinos temen quedarse sin esa opción si se les niega nuevamente el acceso, lo que podría agravar la situación en próximas precipitaciones.

Las autoridades locales han iniciado labores de evaluación de daños y están coordinando acciones con organismos de socorro y asistencia humanitaria. Mientras tanto, los habitantes afectados continúan demandando soluciones estructurales, como la construcción definitiva del sistema de drenaje y la adquisición de bombas de mayor potencia, para evitar que episodios similares continúen ocurriendo.